Entrevista a Lola Moreno, presidenta de USCA

Cuando pensamos en un controlador aéreo, la imagen que suele venir a la mente es la de una persona sometida a un estrés constante, con una responsabilidad inmensa, tomando decisiones críticas en segundos para guiar a cientos de aeronaves. Es una profesión rodeada de un aura de alta presión y tecnología punta, una imagen consolidada en el imaginario colectivo.

¿Pero qué hay realmente detrás de las pantallas de radar y las comunicaciones por radio? ¿Cuáles son los desafíos estructurales, las paradojas laborales y las heridas del pasado que definen el día a día de este colectivo esencial para la seguridad aérea?

A raíz de una reciente entrevista con Lola Moreno, la nueva presidenta de USCA, el sindicato de controladores aéreos, emergen varias realidades sorprendentes y contraintuitivas. Estas revelaciones pintan el retrato de un sector tensionado por cicatrices del pasado y desafíos estructurales que amenazan su sostenibilidad futura, según la opinión de la presidenta de USCA.

Las Revelaciones

El «conflicto de 2010»: la herida que sigue abierta y que no fue lo que te contaron

El suceso de diciembre de 2010 quedó grabado en la memoria colectiva como una «huelga salvaje» de controladores que paralizó el espacio aéreo español. Sin embargo, la realidad judicial cuenta una historia muy diferente: los tribunales absolvieron a todos los controladores procesados y determinaron que lo ocurrido fue, en realidad, un cierre patronal.

Lo más paradójico es que, casi 15 años después de aquella sentencia absolutoria, la Ley 9/2010, una normativa de excepción creada para gestionar la crisis, sigue rigiendo las relaciones laborales entre la empresa pública Enaire y sus controladores. Esta situación ha creado una brecha profunda y ha fomentado una cultura de gestión que permite que los problemas del sector se agraven. Como resume Moreno con una contundencia reveladora, para el colectivo la situación es clara: la empresa no los ha absuelto, en opinión de la presidenta de USCA. El juzgado sí, pero la empresa sigue aplicando la normativa.

Para ser controlador, primero paga 70.000 euros: la barrera económica del control aéreo

Acceder a una plaza de controlador aéreo en la empresa pública Enaire no es una oposición al uso. Desde que la formación se liberalizó en 2010, el primer paso es obtener la licencia a través de escuelas privadas, en un proceso que tiene un coste elevadísimo (alrededor de los 70.000 €). Esta barrera económica no es un problema abstracto; es una de las causas raíz de la crítica falta de personal que sufre el sistema, según señala Lola Moreno, presidenta de USCA.

Esto crea una contradicción fundamental para una empresa estatal, calificada como «inexplicable» en el contexto europeo: Enaire no tiene capacidad para formar a sus propios futuros empleados. En la práctica, convierte el acceso a un servicio público en un proceso de selección basado indirectamente en la capacidad económica del aspirante, y no exclusivamente en su talento. Se limita así el acceso público a la profesión, creando una barrera de entrada que contradice los principios de igualdad de oportunidades.

La imposible conciliación: solo ocho fines de semana libres al año

Uno de los datos más impactantes que revela la entrevista es la extrema dificultad para conciliar la vida personal y laboral. Fuera de su periodo de vacaciones reglamentario, un controlador aéreo en España dispone, de media, de tan solo ocho fines de semana libres al año. Esta insostenible realidad es una consecuencia directa del déficit de personal que se analiza más adelante, en palabras de la presidenta de USCA.

La situación es aún más sangrante si se tiene en cuenta el punto de partida: su anterior convenio era un «referente en Europa» y otros países siguieron su modelo en materia de descansos y condiciones. El modelo actual, por contra, se ha quedado «obsoleto» y choca frontalmente con las nuevas generaciones, que valoran más el equilibrio vital. Desde el sindicato se proponen medidas como la jornada de 35 horas para adaptar las condiciones a unos estándares más razonables.

Nosotros ahora mismo con los ciclos de trabajo que tenemos y la jornada que tenemos, fuera de nuestras vacaciones, tenemos ocho fines de semana libres al año. Entonces […] eso con la conciliación es un poco problemático.

Falta personal: por qué las 150 nuevas plazas no son suficientes

El tráfico aéreo en España crece de forma descontrolada, mientras la plantilla envejece a un ritmo alarmante. La media de edad en centros clave como Madrid ronda los 50 años, una realidad que la propia presidenta del sindicato ilustra con una anécdota personal demoledora: «Yo soy de los junior, no diré mi edad, pero yo soy un junior en mi dependencia.»

Ante esta realidad, Enaire ha anunciado una convocatoria de unas 150 plazas, una cifra que desde el sindicato se considera a todas luces insuficiente. Según cálculos de Moreno, solo la dependencia de Torrejón necesitaría 100 controladores adicionales para cubrir no solo los puestos operativos, sino también para dotar de personal a departamentos de soporte esenciales como los de «seguridad, formación y gestión«. Si una sola dependencia ya presenta ese déficit, la convocatoria nacional se queda muy corta, opina la presidenta de USCA.

A mí me salía que una dependencia como Torrejón que no llega a los 500 controladores, había una deficiencia de personal […] de 100 controladores. Entonces ya si en esa dependencia faltaban 100, pues puede que se me queden escasos los que pidan.

Inteligencia Artificial en la torre: una ayuda potente con una pregunta clave sin resolver

La Inteligencia Artificial ya está llamando a las puertas de las torres de control con sistemas avanzados de ayuda. Sin embargo, la tecnología no es vista como un sustituto, sino como un apoyo. Aquí, el debate trasciende lo técnico para entrar de lleno en el terreno de la responsabilidad jurídica, un escollo que podría frenar la automatización durante años, según Lola Moreno, presidenta de USCA.

La pregunta que se plantea el colectivo es clave: si una herramienta de IA recomienda una acción, el controlador la ejecuta y se produce un incidente, ¿quién es el responsable final? ¿El humano que siguió la instrucción, la propia herramienta o el desarrollador que la programó? Mientras esta cuestión legal no esté definida, el factor humano seguirá siendo el último garante de la seguridad.

Si yo como controlador hago lo que dice la herramienta, la herramienta responsable de eso o lo soy yo y si no hago lo que dice la herramienta porque pienso que no, por no hacerlo soy responsable o no. Entonces, mientras eso no esté claro […] esa tecnología no es determinante para la prestación del servicio.

La realidad de los controladores aéreos en España es mucho más compleja de lo que sugiere su imagen pública. Está marcada por las cicatrices de un conflicto malinterpretado, cuya herencia legal ha permitido que se agraven problemas estructurales como las barreras económicas de acceso, una grave crisis de personal y una lucha por la conciliación que parece imposible, en opinión de Lola Moreno, presidenta de USCA.

Los controladores aéreos reclaman un modelo de trabajo sostenible, público y adaptado a los nuevos tiempos

Durante el 37º Congreso Nacional de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), que se celebra estos días en Valencia, el colectivo debate sobre los principales retos que afronta la profesión y presenta las líneas de su Estrategia Sindical 2026, un documento que recoge las principales inquietudes y prioridades de los controladores aéreos en un momento decisivo para el futuro del servicio.

La estrategia se articula en torno a tres ejes fundamentales: la defensa de las condiciones laborales, la renovación generacional imprescindible para garantizar el relevo y la estabilidad del sistema y la adaptación del modelo organizativo a las nuevas realidades tecnológicas que están transformando la gestión del tráfico aéreo.

A lo largo de las distintas sesiones se abordan cuestiones clave como la necesidad de reforzar los equipos en dependencias con alta carga de trabajo, la revisión de turnos y descansos y la planificación a medio y largo plazo que permita mantener los máximos niveles de seguridad y eficiencia del sistema.

Durante el Congreso se aborda cómo deben adaptarse las estructuras operativas del control aéreo para garantizar un equilibrio real entre eficiencia, seguridad y bienestar profesional También se presenta un estudio sobre las necesidades de personal en los distintos centros y torres de control que pone de relieve la urgencia de una planificación de recursos humanos estable, previsible y ajustada al crecimiento del tráfico aéreo.

USCA expresa su preocupación por la falta de profesionales, que impide aplicar plenamente el actual convenio colectivo y reclama medidas inmediatas de planificación y contratación que eviten la sobrecarga de trabajo en numerosas dependencias.

“Los controladores reclamamos un modelo de trabajo sostenible, público y adaptado a los nuevos tiempos, que reconozca la responsabilidad y la profesionalidad con la que cada día garantizamos la seguridad del espacio aéreo español”, señala la Junta Directiva.

Por un modelo público y cohesionado
USCA reitera su defensa de un modelo de control aéreo plenamente público, y alerta de las desigualdades laborales que se generan en las torres gestionadas por proveedores privados.

El sindicato considera necesario revertir el proceso de privatización de las torres y devolver su gestión a ENAIRE, restaurando así la cohesión del colectivo, la planificación unificada y la igualdad de condiciones entre todos los profesionales.

Una escuela pública estatal para formar controladores
Durante el Congreso también se debate sobre la necesidad de crear una escuela pública estatal de formación de controladores aéreos, que garantice la igualdad de oportunidades en el acceso a la profesión y una formación homogénea, exigente y basada en el mérito y la vocación.

Nace el Colegio Profesional de Controladores Aéreos
Uno de los momentos más relevantes del Congreso es la creación del Colegio Profesional de Controladores Aéreos, un hito histórico para la profesión, impulsado por la Asociación Profesional de Controladores de Tránsito Aéreo (APROCTA).

La puesta en marcha del Colegio representa un reconocimiento institucional al papel esencial que desempeñan los controladores aéreos y refuerza la cohesión y la proyección profesional del colectivo dentro del sistema de transporte aéreo español.

Compromiso y unidad
El Congreso de USCA pone de manifiesto la cohesión de un colectivo que asume su papel como garante de la seguridad del espacio aéreo español, y que reivindica un modelo de trabajo y de formación basado en la igualdad, la estabilidad y el servicio público.

El colectivo profesional de Control Aéreo celebra la creación del Colegio Oficial de Controladores de Tránsito Aéreo de España

La Asociación Profesional de Controladores de Tránsito Aéreo (APROCTA) y la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), sindicato mayoritario del colectivo, celebran la aprobación ayer en las Cortes Generales de la enmienda a la Ley de Seguridad y Navegación Aérea que crea oficialmente el Colegio Oficial de Controladores de Tránsito Aéreo de España.

Este hito culmina un proceso iniciado por APROCTA en 2018 y supone un reconocimiento histórico a la profesión de los controladores aéreos y a su labor como garantes de la seguridad, la eficiencia y la movilidad en el espacio aéreo español.

“La creación del Colegio sitúa a los controladores al mismo nivel que otras profesiones esenciales de servicio público, como médicos, abogados o pilotos, y abre un nuevo paradigma para el entendimiento del control aéreo en España, tras años en los que la profesión no siempre recibió la consideración justa que merece”, explica Antonio Alonso, presidente de APROCTA.

“El respaldo parlamentario a la creación del Colegio refleja la madurez del colectivo y el reconocimiento a su papel como servicio público esencial. Es un logro compartido que refuerza la cohesión de la profesión y su compromiso con la sociedad”, añade Lola Moreno, presidenta de USCA.

El proyecto ha sido posible gracias al esfuerzo continuado y al compromiso de ambas organizaciones, así como del respaldo de las principales instituciones del sector: Aena, Enaire, AESA, el Ministerio de Economía y, de forma muy especial, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que ha acompañado y apoyado la iniciativa en todo momento.

Con la aprobación de la ley se inicia ahora la puesta en marcha del Colegio, que reforzará la interlocución institucional, la cohesión del colectivo y el compromiso de servicio público de los controladores aéreos con la sociedad.

“Hoy celebramos un avance histórico para la dignificación de nuestra profesión y de un servicio público esencial que vela por derechos fundamentales. Mañana comenzaremos, desde la unidad de todo el colectivo, a construir juntos esta nueva institución”, han señalado conjuntamente los presidentes de APROCTA y USCA.

Sobre APROCTA

La Asociación Profesional de Controladores de Tránsito Aéreo (APROCTA) es la organización representativa de los controladores aéreos españoles. Constituida en 2008, agrupa a más de 1.300 profesionales en activo y tiene como misión promover la excelencia técnica, la seguridad operacional y la defensa de la profesión.

Sobre USCA

La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) es el sindicato mayoritario de los controladores aéreos en España. Fundado en 1985, defiende los derechos laborales y profesionales de los controladores, fomenta la cohesión del colectivo y trabaja en la mejora continua de la seguridad aérea y la calidad del servicio público.

USCA denuncia la crítica situación de falta de plantilla en las torres de SAERCO

USCA (Unión Sindical de Controladores Aéreos) quiere denunciar la crítica situación que atraviesan las torres gestionadas por SAERCO debido a su escasez de controladores aéreos, algo que esta empresa pretende solucionar cancelando permisos y vacaciones de sus trabajadores y modificando los patrones de su turnos y descansos, lo que puede suponer un riesgo indudable para la seguridad.

AENA conoce la situación que atraviesan las torres en las que SAERCO tiene adjudicado el control del tráfico aéreo —Sevilla, Jerez, Cuatro Vientos, Vigo, A Coruña, La Palma, Lanzarote, Fuerteventura y el Hierro—, ya que USCA ha enviado a los directores de varios aeropuertos sendos escritos informando de los problemas de plantilla y de la continua conculcación de los derechos de los trabajadores.

 Así pues, USCA exige al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que asuma su responsabilidad y adopte las medidas necesarias para preservar la seguridad operacional, la continuidad del servicio y los derechos de los trabajadores.

El escenario es tan crítico que el aeropuerto de Jerez, por ejemplo, estuvo a punto de cerrar el pasado martes, ya que SAERCO ha reducido de los trece controladores que contemplaba el pliego de subrogación a un total de nueve controladores en activo, por lo que tras dos permisos —maternal y paternal— y una baja por enfermedad, solamente quedaban seis profesionales operativos cubriendo los turnos. 

La reducción de plantilla llevada a cabo por SAERCO se debe a la precaria situación financiera que atraviesa esta empresa, que en sede judicial reconoció expresamente su imposibilidad de cumplir con las condiciones laborales establecidas por Laudo Arbitral obligatorio, aduciendo que tal cumplimiento la llevaría a la quiebra.

En este contexto, USCA solicita una vez más que la autoridad competente suspenda de manera cautelar la certificación de SAERCO y encomiende de forma transitoria la prestación del servicio a ENAIRE, la entidad pública que ya gestiona la mayoría del espacio aéreo español y que cuenta con solvencia técnica, operativa y financiera contrastada para garantizar la seguridad y la continuidad del servicio.

Comunicado conjunto USCA–CCOO sobre la situación de SAERCO

USCA y CCOO, sindicatos mayoritarios en el ámbito del control del tránsito aéreo, manifestamos nuestra profunda preocupación por la grave situación que atraviesa el proveedor privado SAERCO y las repercusiones que esta puede tener sobre la seguridad operacional, la continuidad del servicio y los derechos laborales del personal de control aéreo.

La reciente Sentencia de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional SAN 95/2025 (procedimiento nº 142/2025) recoge que la propia empresa reconoció en sede judicial su imposibilidad de cumplir con las condiciones salariales establecidas en el Laudo Arbitral de obligado cumplimiento, aduciendo que su aplicación la llevaría a la quiebra. Este hecho pone en cuestión su capacidad para cumplir con el principio de sostenibilidad económica, uno de los requisitos esenciales que establece la Ley 9/2010 para la prestación de servicios de tránsito aéreo.

Recordamos que la Ley 21/2003 de Seguridad Aérea y la Ley 9/2010 obligan a que dichos servicios se presten de forma segura, eficaz, continuada y económicamente sostenible. Cualquier incumplimiento de estas condiciones puede dar lugar a la revisión o retirada de la certificación como proveedor ATS por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).

En este contexto, USCA y CCOO solicitamos al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que, en coordinación con AESA, aplique la normativa vigente que regula el sector, a fin de garantizar tanto la prestación ininterrumpida de un servicio público esencial como el cumplimiento de las condiciones laborales establecidas en el Laudo Arbitral. Consideramos imprescindible que las autoridades competentes asuman su responsabilidad y adopten las medidas necesarias para preservar la seguridad operacional, la continuidad del servicio y los derechos de los trabajadores.

Especialmente preocupante es la situación en los aeropuertos canarios, donde la insularidad convierte el transporte aéreo en un recurso esencial no solo para el turismo, sino para garantizar el acceso de la ciudadanía a servicios básicos como sanidad, educación o atención social.

Como organizaciones sindicales, tenemos la obligación de defender los derechos laborales y la responsabilidad profesional de alertar cuando la sostenibilidad de un servicio esencial entra en riesgo. La continuidad de esta situación sin una intervención decidida podría comprometer gravemente la seguridad operacional y el derecho a la movilidad de miles de ciudadanos.

USCA y CCOO instamos a las autoridades a actuar con la celeridad y contundencia que este asunto requiere. La falta de actuación comprometería gravemente la seguridad operacional, el derecho a la movilidad ciudadana y los derechos laborales de los controladores, obligándonos a valorar nuevas iniciativas sindicales en defensa de estos principios.

Los Cabildos de La Palma y Fuerteventura se suman a USCA en la petición al Ministerio para revertir la privatización de las torres de control

La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) se ha reunido recientemente con el Cabildo de La Palma para explicar la preocupante situación que se vive en las torres de control aéreo gestionadas por SAERCO. Ante esta realidad, USCA ha solicitado al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que, en coordinación con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), suspenda cautelarmente la certificación de SAERCO como proveedor de servicios de tránsito aéreo y que ENAIRE asuma la gestión provisional del servicio, tal y como prevé la Ley 9/2010, en los casos de incumplimiento por parte de operadores certificados.

Desde USCA venimos denunciando las actuaciones de esta empresa, que incluso llegó a demandar a los integrantes de la Mesa Negociadora del IV Convenio para anular un laudo emitido por un árbitro propuesto por ellos mismos (en la sentencia a dicha demanda fue condenada por temeridad, imponiéndole una sanción).

La estrategia de SAERCO de participar en licitaciones mediante ofertas temerarias a la baja les permitió adjudicarse un número significativo de torres de control, en condiciones económicamente inviables. Esto ha derivado, en un incumplimiento sistemático de sus obligaciones contractuales con AENA en lo relativo al mantenimiento de las condiciones laborales y económicas del personal subrogado en dichas torres. Los tribunales han dado la razón a los trabajadores, que han demandado y reclamado los acuerdos de centro firmados con SKYWAY en las torres que han cambiado de proveedor (Sevilla, Jerez, Vigo, A Coruña y Cuatro Vientos).

Lo más alarmante es que SAERCO ha reconocido en sede judicial su inviabilidad para prestar los servicios comprometidos en los pliegos de licitación, reconociendo abiertamente su incapacidad para cumplir con sus obligaciones contractuales adquiridas con AENA como proveedor de servicio de control aéreo.  Ante la posibilidad de que SAERCO no pueda garantizar la continuidad del servicio en los aeropuertos donde es concesionaria (Vigo, Jerez, Sevilla, A Coruña, Cuatro Vientos, La Palma, Fuerteventura, Hierro y Lanzarote),  desde USCA solicitamos a las fuerzas políticas que gobiernan en los territorios afectados, que se dirijan al Ministerio de Transportes pidiendo que la gestión de estas torres de control sea retornada a ENAIRE, en base a lo estipulado en la Ley 9/2010.

Consideramos que el servicio de control aéreo, por su carácter crítico y esencial, no debe estar sujeto a la incertidumbre derivada de empresas que no solo incumplen sus compromisos contractuales, sino que incluso manifiestan en público su incapacidad para prestar el servicio adjudicado. Ante la gravedad de la situación actual, desde USCA nos hemos puesto en contacto con diferentes fuerzas políticas y gobiernos autonómicos y locales, como recientemente la reunión celebrada con el Cabildo de La Palma, encuentros que esperamos se sigan realizando próximamente para poder seguir sumando apoyos a esta petición que sólo busca garantizar el cumplimiento estricto de la normativa y proteger un servicio de transporte aéreo seguro y esencial para los ciudadanos.

USCA urge al Ministerio de Transportes a asumir provisionalmente el control aéreo en las torres gestionadas por SAERCO

La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) solicita al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que, en aplicación de la normativa vigente, coordine con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), para suspender cautelarmente la certificación de SAERCO como proveedor de servicios de tránsito aéreo y gestione la asunción provisional del servicio por parte de ENAIRE, tal y como prevé la Ley 9/2010, en los casos de incumplimiento por parte de operadores certificados.

Esta solicitud se produce tras la constatación en sede judicial de que la situación financiera de la empresa podría no cumplir con los requisitos legales. Según el procedimiento de conflicto colectivo nº 142/2025, resuelto por Sentencia de la Sala social de la Audiencia Nacional 96/2025 de 30.06.2025, la empresa SAERCO reconoció expresamente su imposibilidad de cumplir con las condiciones laborales establecidas por Laudo Arbitral obligatorio, aduciendo que tal cumplimiento la llevaría a la quiebra.

Desde USCA, como sindicato mayoritario del colectivo de controladores aéreos, tenemos la obligación de velar por los derechos laborales de los profesionales que trabajan en condiciones cada vez más precarias, así como la responsabilidad profesional de alertar cuando la sostenibilidad del servicio entra en riesgo y puede afectar a la seguridad operacional.

La Ley 9/2010 establece que los servicios de tránsito aéreo deben prestarse de forma segura, eficaz, continuada y económicamente sostenible. Cuando un proveedor —como SAERCO— reconoce que no puede asumir las obligaciones económicas derivadas de sus compromisos laborales, está vulnerando de forma clara uno de los pilares que sustentan su autorización como proveedor certificado.

En este contexto, USCA considera que la única medida razonable, proporcional y jurídicamente viable es que la autoridad competente suspenda de manera cautelar la certificación de SAERCO y encomiende de forma transitoria la prestación del servicio a ENAIRE, la entidad pública que ya gestiona la mayoría del espacio aéreo español y que cuenta con solvencia técnica, operativa y financiera contrastada para garantizar la seguridad y la continuidad del servicio.

SAERCO tiene adjudicado el control del tráfico aéreo en los aeropuertos de Sevilla, Jerez, Cuatro Vientos, Vigo, A Coruña, La Palma, Lanzarote y Fuerteventura. La situación es especialmente delicada en los aeropuertos canarios, donde la insularidad convierte el transporte aéreo en un recurso esencial no solo para el turismo, sino también para el acceso a servicios básicos por parte de la ciudadanía, como la sanidad, la educación o la atención social.

Frente a este escenario de vulnerabilidad laboral y operativa, el Ministerio de Transportes no puede permanecer impasible, y debe actuar con responsabilidad para evitar mayores perjuicios al interés público y al sistema de navegación aérea español.

USCA advierte: la torre remota de Vigo recorta operatividad y pone en riesgo vuelos esenciales

Tras el reciente anuncio de AENA de la inminente puesta en marcha de la torre virtual en el aeropuerto de Vigo, USCA denuncia que el proyecto puede suponer una grave degradación del servicio, limitando la operatividad de vuelos esenciales y comprometiendo el futuro de la instalación.

Según la información técnica disponible, el sistema remoto propuesto presenta deficiencias en la detección visual de aeronaves de pequeño tamaño y en condiciones meteorológicas específicas. Esta limitación conllevaría la imposición de restricciones horarias que impedirían la simultaneidad de vuelos visuales (VFR) e instrumentales (IFR).

Dichas restricciones impactan directamente en un tipo de vuelos esenciales para el aeropuerto de Vigo, como son los de transporte sanitario urgente, vigilancia aduanera, servicios de extinción de incendios o salvamento marítimo, así como los de escuela o vuelos privados. Además, las limitaciones operativas derivadas de esta configuración pueden provocar retrasos en las operaciones regulares, afectando negativamente tanto a las compañías aéreas como a los pasajeros.

El notable crecimiento de este tipo de operaciones que el aeropuerto ha experimentado en los últimos años se vería seriamente afectado por las limitaciones de simultaneidad que implica la nueva torre virtual, lo cual tendría un impacto en la conectividad y el desarrollo económico de Vigo y su comarca. Esta decisión supone un retroceso en el acceso a servicios esenciales para toda la ciudadanía, especialmente en zonas donde el transporte aéreo cumple una función crítica.

Cuesta comprender que una empresa como AENA, referencia internacional en gestión aeroportuaria, impulse un proyecto que reduce las capacidades operativas de un aeropuerto cuando ya existe una torre física plenamente funcional que permite la gestión simultánea sin restricciones.

En un contexto europeo donde la incorporación de tecnología va acompañada de criterios de excelencia y mejora del servicio, no parece admisible que en nuestro país se avance hacia un modelo que, lejos de mejorar la operativa, suponga un retroceso y una limitación para usuarios y operadores. No se puede vender como innovación un sistema que, en la práctica, impone más límites que el actual. La torre física existente ya presta este servicio sin restricciones y con plena garantía de seguridad.

USCA ya ha trasladado su preocupación a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), AENA, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y el sindicato SEPLA. Se ha solicitado la revisión del proyecto para que cualquier avance tecnológico garantice, como mínimo, el mismo nivel de servicio actual, siguiendo los estándares que se aplican en países de nuestro entorno. La innovación debe servir para mejorar el servicio, no para degradarlo.

USCA no se opondrá nunca a los avances tecnológicos que supongan mejoras en la calidad del servicio, pero sí a aquellas modificaciones que, disfrazadas de modernización, se aplican sin los estándares mínimos de calidad y seguridad que merecen tanto los profesionales como los ciudadanos.

SAERCO y AENA llevan a las torres de control liberalizadas a un callejón sin salida

La cada vez más evidente incompetencia de SAERCO y la negligencia de AENA están conduciendo a las torres de control liberalizadas a una situación límite ante la que, a juicio de USCA, el Estado debería intervenir para garantizar la continuidad de un servicio de control aéreo fiable y seguro.

Después de años de negociación, constantemente bloqueada por la posición inamovible de SAERCO, y de una huelga que duró diecisiete meses, los sindicatos USCA y CCOO aceptaron someterse a un arbitraje externo, que emitió un laudo de obligado cumplimiento. 

A pesar de que el árbitro había sido designado por la propia SAERCO, ésta decidió impugnarlo judicialmente y convocó a los sindicatos a consultas para imponerles una MSCT (Modificación Sustancial de las Condiciones de Trabajo), que supone una rebaja en los salarios y un empeoramiento de las expectativas de progresión profesional de los controladores de esta empresa.

La incesante devaluación de las condiciones salariales y laborales de los controladores de las torres privatizadas provoca la continua salida de estos trabajadores hacia otros proveedores y la entrada de nuevo personal menos experimentado, lo cual redunda en la calidad del servicio y puede terminar afectando a la seguridad aérea.

La visión exclusivamente economicista que AENA (que en 2024 obtuvo unos beneficios de 1.934,2 millones de euros) tiene del control aéreo, aceptando licitaciones con unas condiciones leoninas, unida a la incompetencia de los responsables de SAERCO, ha derivado en una progresiva devaluación del servicio en las torres liberalizadas, una situación ante la cual el Estado no puede ponerse de perfil. 

USCA aboga por revertir la situación de estas torres, de forma que todas las dependencias de control aéreo de España vuelvan a ser de titularidad pública, tal y como ya ha sucedido en otros países. Es el caso, por ejemplo, de la torre del aeropuerto londinense de Gatwick, en la que también quedó patente el fiasco de la privatización, por lo que vuelve  a estar en  manos de NATS, empresa participada por el Estado.

USCA celebra la decisión de AENA de no avanzar en la implantación de la torre virtual de Menorca

USCA quiere mostrar su satisfacción por la decisión de AENA de no seguir avanzando en la implantación de la torre de control virtual del aeropuerto de Menorca, un proyecto al que este sindicato siempre se había opuesto.

Aunque AENA anunció este proyecto en 2019 y desde entonces ha ido avanzado en su implantación, recientemente ha sido el propio presidente de la entidad, Maurici Lucena, el que ha afirmado que se trata sólo de “un experimento”, una “prueba piloto de nuevas tecnologías, no para implantaras inmediatamente, sino para conocerlas”.

Teniendo en cuenta la complejidad del tráfico aéreo de un aeropuerto como el de Menorca, que combina tráfico instrumental y visual, USCA siempre había mostrado su disconformidad con el proyecto, apostando desde un principio por la construcción de una nueva torre de control física.

Los recientes accidentes aéreos ocurridos en distintos aeropuertos de Estados Unidos y Corea de Sur no han hecho sino poner de manifiesto la complejidad del trabajo de los controladores aéreos en un entorno aeroportuario.

A juicio de USCA, todo ello evidencia la necesidad de reforzar las plantillas y mejorar las instalaciones de control, en lugar de dedicarse a hacer “experimentos” como el de las nuevas torres virtuales.

USCA espera que AENA escuche ahora las voces expertas en control y navegación aérea y que, priorizando la seguridad de las operaciones, abandone definitivamente este proyecto.