Aeropuerto bajo presión

El Prat vuela alto. El fuerte crecimiento del tráfico del aeropuerto hace que los despegues y aterrizajes sean cada vez más seguidos y se generen situaciones difíciles de gestionar, especialmente en las horas punta y, en verano, prácticamente a lo largo de toda la jornada. No hay riesgo para la seguridad, pero sí estrés en la torre y en el centro de control, así como en las cabinas de los aviones. Y perjuicios para los viajeros.

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USCA solicita a AENA que permita a los controladores de Palma acceder a sus puestos de trabajo a través del aeropuerto

La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha instado a AENA a revertir la decisión de no permitir el acceso al centro de control de tráfico aéreo a través de la plataforma del aeropuerto. Esta…

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Pocas semanas después de que SAERCO impugnara el aludo arbitral que debía regular las condiciones laborales de las torres privatizadas, la Audiencia Nacional ha dictado una sentencia en la que afirma que esta empresa no…