Pedro Duque clausura el I Curso de Periodismo Aeronáutico con la entrega de los diplomas a los asistentes
Llegó Pedro Duque, hijo y hermano de controladores, a la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid con un viaje espacial de regalo para los alumnos del I Curso de Periodismo Aeronáutico organizado por los sindicatos USCA y SEPLA. Después de entregar los diplomas a los asistentes, inició una proyección con la imagen de tres astronautas en la cabina de la nave espacial «muy juntos» y dispuestos a despegar para realizar una misión para la que se han estado preparando durante muchos años. «Es el momento de la verdad», reveló.
Explicó la importancia de los trajes que llevan «por motivos de seguridad» , al recordar que un avión no puede aterrizar «si pasa algo, así como así», por lo que esta vestimenta «es hermética» y está preparada para que, en el caso de que se haga un agujero en la aeronave y se pierda la atmósfera, proporcione el oxigeno y cambie la presión. En la nave también hay que limpiar el aire mediante filtros químicos para eliminar el dióxido de carbono , según manifestó, mientras comentaba la imagen «tan bella» que ofrece la tierra vista desde arriba, así como lo curiosa que es la visión de la capa de aire, «que es muy finita», y la sensación que se experimenta con la ingravidez y los problemas que esta genera. «Se pierde la fuerza de los músculos y el calcio de los huesos. A los que están allí seis meses se les programa una hora y media de ejercicio diario muy duro, que no se saltan porque saben que si no lo hacen pueden tener muchos problemas al volver.» A 400 kilómetros de la tierra, los astronautas pasan el tiempo haciendo experimentos de física, investigan sobre el cuerpo humano y el cerebro y «padecen la comida de comando de guerra, las latas y los alimentos deshidratados» , que son lo que se llevan en las aeronaves, porque los productos frescos duran muy poco abordo.
El astronauta, que expresó su deseo de que la sensación de ingravidez y la vista de la tierra anime a muchos clientes a apuntarse a los viajes turísticos espaciales para hacer crecer el negocio, manifestó que cuando la misión ha llegado a su fin hay que prepararse para volver en la misma nave espacial. De la nave se elimina tanto la parte de delante, «que es como el cuarto de estar», como la de detrás, que es la zona electrónica donde ubican los cohetes. A la tierra baja sólo la cápsula en la que están los paracaídas. «Tanto como se ha acelerado en el despegue con los cohetes, se tiene que frenar ahora con los paracaídas. Eso se hace rozando con la atmósfera, lo que produce fuerzas importantes de hasta 8 veces el peso de una persona». «Cuando tocas tierra, te das cuenta de que eso de pasar una temporada en Marte no es tan fácil y que estás bastante perjudicado. No puedes mover la cabeza, te mareas enseguida porque los sensores del equilibrio se han equilibrado de otra manera y no eres capaz de andar».
El fin de la aventura visible es el aterrizaje, que se suele producir en medio de la estepa de Kazajistán porque es un sitio «bien planito y con mucha arena», explicó Duque, que no olvidó destacar que «a la vuelta se cogen todas enfermedades posibles debido a que el sistema inmunológico se ha relajado en el espacio por exceso de limpieza».
Al concluir su viaje espacial, Duque contestó a las preguntas de los alumnos que querían saber si consideraba mejor la ingenieria rusa o la americana, a lo que contestó diciendo que «eran iguales en calidad, pero diferentes» . Tambien aseguró sentirse bien tratado por la prensa: «tengo esa suerte porque suelen sacar lo positivo, pero pasa como en cualquier cosa en la que eres muy experto; que te chirría cómo se informa, por lo que estaría bien un poco más de especialización, ya que este mundo tiene conceptos muy determinados».
Duque alabó la industria aeroespacial española y también destacó el lugar de la aeronáutica en el mundo, al señalar que la «factoria de Airbus en Sevilla no tiene nada que envidiar a cualquier otra del mundo», al tiempo que defendía la «cultura de seguridad» de las agencias espaciales, ya que dijo que está «extendida, bien hecha e incluso excesiva». Sin embargo, señaló que a diferencia de lo que sucede en la aviación civil no se tienen mucho en cuenta en materia de seguridad las «notificaciones de incidentes» porque casi no existen. En la industria aeroespacial la seguridad es «a priori y recordó que no es lo mismo aplicar un sistema de seguridad a algo que se hace de continuo, como son los vuelos comerciales, que a una actividad que se realiza una vez cada bastantes años.
También habló de la posibilidad de «colonizar Marte» y dijo que «hay gente para todo y seguro que se apuntan un montón», aunque destacó que hay una serie de dificultades técnicas objetivas para desarrollarla como es la necesidad de una gran financiación similar a la de un programa financiado con fondos públicos. Esperamos que «no sean muy chorizos y no decidan gastarse el dinero generado con el reality, si no que los inviertan en desarrollo y tecnología de verdad».
Sobre retos futuros, Duque no descartó la posibilidad de que el hombre vuelva a pisar la luna, ya que «se pueden traer materiales combustibles para fusión» y dijo que no se hicieron más misiones porque «se decidió que era la luna o Vietnam y tuvo más fuerza la segunda opción». Satisfechas todas las curiosidades de los alumnos, el astronauta posó en una foto con los asistentes y organizadores del curso, que no quisieron perder la oportunidad de tener a Pedro Duque en la tierra para inmortalizarse con él, especialmente después de que asegurara que le gustaría volver al espacio y que a lo mejor tiene la oportunidad de hacerlo el próximo año.
