Asistentes agradecen a controladores y pilotos que les cuenten el día a día de sus profesiones»
Agradecidos con los controladores aéreos y con los pilotos por haberles permitido conocer «el día a día» de sus profesiones, concluyeron los alumnos el I Curso de Periodismo Aeronáutico que los sindicatos USCA y SEPLA, han organizado este mes de julio en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
En principio, este curso fue diseñado con el objetivo de lograr que los futuros periodistas aficionados al sector aeronáutico consiguieran ampliar sus conocimientos de aviación para convertirse en informadores especializados en la materia, pero el programa logró despertar el interés de estudiantes y profesionales de los campos más variados. Además de estudiantes de periodismo e informadores en ejercicio, psicólogos, alumnos de telecomunicaciones e incluso controladores aéreos, que acababan de concluir sus estudios de «control de torre», se sentaron en las aulas de la universidad madrileña para asistir a las ponencias y a las mesas redondas que se desarrollaron durante tres jornadas. Y todos ellos, terminaron muy satisfechos con el desarrollo del curso y con la disposición de los pilotos y controladores a explicar su trabajo «de una manera totalmente abierta, permitiendo hacer todo tipo de preguntas y facilitándonos toda la información que requeríamos».
Con estas palabras resumía el sentir de la mayoría de los participantes Marina Alonso, una estudiante de Telecomunicaciones en la Universidad de Cantabria, a la que siempre le ha llamado la atención el mundo de la aviación y como «no descarto dedicarme a él, vi una oportunidad muy grande con este curso para informarme». Marina y su compañero de estudios, Ignacio Fernández, aprovecharon su semana de vacaciones, antes de empezar en una academia a preparar los exámenes de septiembre, para trasladarse a Madrid y coincidieron en señalar que «ha merecido totalmente la pena el viaje».
Dispuesta a recomendarlo a sus conocidos, Marina Alonso espera que se hagan más ediciones de este curso y , aunque dice que no ha echado nada en falta en el programa, sugiere que «incorporar nuevos temas y hacer algunos cambios estaría bien para variar un poco». Ignacio comparte su entusiasmo y anuncia que «si tengo la posibilidad de hacerlo el año próximo, lo haría encantado».
El curso también fue muy bien acogido por los profesionales del mundo de la comunicación. Varios de los asistentes trabajan en agencias en cuyas cuentas figuran empresas relacionadas con el sector aeronáutico, como es el caso de Marta Quintín, responsable de prensa de INTA ( el Instituto Técnico Aeroespacial). En su caso, Marta se apuntó al curso porque quería saber «cómo se puede conjugar la comunicación con un mundo como el aeronáutico, que a veces parece un poco alejado del espectador medio». La periodista valoró especialmente «la utilidad de las charlas», ya que dijo que «cada una aportaba un enfoque diferente y de la suma de esas visiones te llevas una perspectiva bastante completa de lo que es el mundo aeronáutico».
También desde el sector periodístico, Vanessa García puntuó con una nota muy alta el curso y aseguró que echó en falta «que hubiera representantes de AENA, que nos explicaran el funcionamiento del organismo, así como de alguien del ministerio de Fomento para que nos hablara de sus competencias». ( La presencia de un representante de AENA estaba programada para una mesa redonda, aunque un problema de agenda impidió su asistencia al debate). La periodista expresó también su disposición a recomendar el curso y anunció que «si lo volvéis a hacer, regresaré».
Desde el «corazón del sector aeronáutico», Lorena Martínez, controladora de torre, con sus estudios recién terminados, consideró que el programa del curso «consigue dar otro punto de vista de la aeronáutica. Un punto de vista más cercano, además de permitir la interactuación, sobre todo cuando no es fácil hablar todos los días con un controlador aéreo o con un piloto y que te cuenten sus profesiones desde dentro».
Se apuntó al curso de verano, después de realizar el de «control de aeródromo» porque le interesaba saber «todo lo que ahora está en movimiento», al igual que su compañero de promoción, Iago Pérez, quien propuso la incorporación de visitas a «la Muñoza» (las instalaciones de mantenimiento de Iberia en Madrid) o al centro de simuladores de CAE (empresa canadiense que se dedica a la instrucción de aviones de Airbus para pilotos de toda Europa) para próximas ediciones, después de asegurar que las realizadas en la primera edición al ACC de Madrid y a la torre de control del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas fueron «muy interesantes». Y todo ello, sin olvidar la «increíble experiencia» vivida en el aeródromo de Ocaña con el bautizo en planeador, un vuelo sin motor que cautivó a todos los participantes y que les permitió vivir «una experiencia que no se tiene todos los días».
