Guillamón explicó cómo se llevó a cabo el “cierre del espacio aéreo”

 “Fue una decisión unilateral de AENA y los controladores nunca abandonaron su puesto de trabajo”.

 La falta de previsión y el exceso de horas extras, principales culpables.

Comunicación Usca

13 de abril de 2014

Madrid.–Eran las 14,30 horas. Viernes. Aula 1 de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid. El catedrático y titular de la asignatura “Conflicto y negociación”, Manuel Fernández Ríos, presenta a sus alumnos, unos 80, al Secretario de Comunicación de USCA, David Guillamón. El tema a tratar: “Cierre del espacio aéreo”.

Guillamón arranca su exposición recordando que “es la primera vez que USCA expone su versión de los hechos del día 3 y 4 de diciembre de 2010, cuando el Gobierno decidió cerrar el espacio aéreo, en la universidad”. Y el Secretario de Comunicación de USCA, desde el primer momento, aclara y reconoce que “no puedo contaros toda la verdad, porque la desconozco, pero os aseguro que es verdad todo lo que voy a contaros”. Los futuros psicólogos se miran entre ellos, analizan la frase, y parece que asienten con sus gestos… deja la pregunta en el aula, que está repleta a pesar de ser el viernes anterior a Semana Santa: “Por qué ocurrió todo aquello”.

Guillamón pone en marcha el ordenador, proyecta su power point y la primera imagen que aparece ante los estudiantes es el virus del sida, el síndrome de inmunodeficiencia. A continuación recogiendo el término acuñado por el filósofo José Antonio Marina   «Síndrome de inmunodeficiencia social»  explica que la causa del cierre del espacio aéreo, tal como expone Marina en su planteamiento, hay que buscarla en una sociedad que fue incapaz de defenderse de sus agentes patógenos. Responsables políticos y gestores sin escrúpulos fueron tomando decisiones en el entorno de la navegación aérea que propiciaron el desastre sin que la Justicia, la prensa o los organismos reguladores y supervisores como la Agencia Estatal de Seguridad Aérea les pararan los pies, actuando en ocasiones en franca connivencia.

[quote align=»left» color=»#999999″]El problema fundamental fue que aunque los ingresos de explotación y los gastos de personal crecieron de forma proporcional la deuda de AENA se disparó sufragando inversiones y aeropuertos no rentables[/quote]
La explicación pragmática del “por qué” viene a continuación y Guillamón la va desmenuzando poco a poco y se ayuda de estadísticas, porcentajes e infografías que documentan y acreditan sus razones: “El problema fundamental fue que aunque los ingresos de explotación y los gastos de personal crecieron de forma proporcional la deuda de AENA se disparó sufragando inversiones y aeropuertos no rentables”, lo cual hizo caer sus resultados de explotación situando AENA en quiebra técnica. Sigue con más datos: “Se crearon desequilibrios, pero si se hubiese mantenido el ritmo de contratación de controladores aéreos no hubieran hecho falta las horas extras”. Más y más: “Desde 2004, por decisión de la Administración, se contrataron menos controladores, pero el tráfico aéreo aumentó y entonces comenzaron los problemas y para sufragar esa falta comenzaron a pagar horas extras en 2006 y 2009”.

Ritmo, ejemplos, anécdotas, alguna pregunta y muchos más datos para que los universitarios vayan comprendiendo el “por qué del cierre del espacio aéreo”: “Entre 1996 y 2004, con el PP, entraron una media anual de 162 nuevos controladores aéreos. En los años siguientes, aunque el tráfico seguía en aumento, el Gobierno del PSOE dejó la media de ingresos en tan sólo 46 controladores anuales”.

Junto a datos, estadísticas e infografías David Guillamón aprovechó el aula 1 de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid para mostrar la profesión: “Controlar aviones es muy artesanal, requiere una movilización extraordinaria de recursos mentales y cognitivos… Todo es un equipo, con tu compañero, con el piloto del avión…Los aviones moviéndose a velocidades relativas de más de 1000 km/h siempre están controlados, desde que está en la pista para despega  y durante el trayecto hasta que llegan a aterrizar”.

Guillamón, en plena exposición,  va desmontando una por una cada acusación vertida durante la campaña de exclusión social llevada a cabo por Fomento y Aena en 2009/2010. Falsas imputaciones de absentismo, datos de productividad tergiversados y los tópicos propagandísticos de casta privilegiada, chantajistas, insolidarios, que fueron repetidos hasta la saciedad, sirvieron  de cortina de humo al desastre de gestión de AENA y de trampolín político al ex-ministro Blanco. Un linchamiento mediático que sirvió de excusa para laminar por primera vez en la historia de las relaciones laborales en España  un Convenio Colectivo mediante el RD 5/2010 que fue avalado posteriormente en sede parlamentaria  así como en sede judicial.

[quote align=»right» color=»#999999″]La aplicación desproporcionada de ese decreto junto con toda suerte de medidas arbitrarias como  retirar de un día para otro a los controladores aéreos mayores de 57 años conformaron un auténtico mobbing de Estado[/quote]
La aplicación desproporcionada de ese decreto junto con toda suerte de medidas arbitrarias como  retirar de un día para otro a los controladores aéreos mayores de 57 años conformaron un auténtico mobbing de Estado que fue minando progresivamente la resistencia psíquica y física de los controladores. Esto quedó perfectamente plasmado en el extenso informe pericial presentado en su día en la causa penal contra los controladores por el Psicólogo del trabajo Iñaki Piñuel. El Secretario de Comunicación tampoco se olvida de las “47 cuasi colisiones de 2010”, recogidas en el Performance Review Report de Eurocontrol consecuencia obvia de lo expuesto anteriormente.

Llegamos a los hechos del 3 de diciembre, Guillamón explica como la falta de controladores para acabar el año, por haber superado su jornada máxima, deja a los responsables de fomento y AENA en un callejón sin salida. Subraya que “ningún controlador abandonó su puesto de trabajo” y puntualiza que “los controladores que no se encontraban en condiciones de controlar se acogieron al artículo 34.4  de la Ley de Seguridad Aérea –y lo explica con todo detalle— con el objeto de dejar constancia de la merma de sus condiciones psicofísicas. Nunca faltaron a sus obligaciones tal y como recogen las pruebas testificales de las causas abiertas en nuestra contra y 21 sentencias favorables en toda España”.

Guillamón sigue aclarando conceptos, cuestiones y temas varios: “La decisión de cerrar el espacio aéreo lo tomó AENA…El magistrado Vázquez Taín ha ratificado que el cierre fue una decisión política…Y de todo lo vivido en 2010 ha quedado una organización tóxica en la que la desconfianza y el rencor son la tónica dominante haciendo muy difícil el día a día de nuestra importante  labor”.

Termina la exposición y llegan las preguntas: “Responsabilidades…Formación…Por qué se cerró…”. Y Guillamón va contestando una a una. El profesor Fernández de los Rios le pide un poco de autocrítica y asume Guillamón las partes que le corresponden a USCA: “Desatender a los medios… vivir de espaldas a la sociedad… ser inmovilistas en determinados planteamientos durante la negociación del II convenio…”.

Tras más de dos horas de clase-charla-debate-exposición el catedrático Manuel Fernández agradece al David Guillamón, Secretario de Comunicación de USCA, su colaboración. Y la clase, sorprendentemente, se arranca con un fuerte aplauso para el ponente del “Cierre del espacio aéreo: Síndrome de inmunodeficiencia social».